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Un desastroso amanecer de sábado vivieron más de una decena de comerciantes de la calle 13 y la carrera Tercera en pleno centro de Ibagué.


Hacia las 3 de la mañana, una conflagración de considerables proporciones que, al parecer, se originó por cuenta de un corto circuito, irrumpió en la tranquilidad de los vecinos del lugar, quienes desde los edificios observaron como las llamas de más de cuatro metros de altura avanzaban con una brutal fuerza destructiva, reduciendo a cenizas todo lo que encontraban a su paso.
Una máquina del Cuerpo de Bomberos Oficiales de Ibagué se desplazó al lugar de los hechos para inspeccionar lo que ocurría; sin embargo, la confl agración ya estaba fuera de control.
Fue entonces cuando se requirió el apoyo de todas las unidades disponibles que, oportunamente, hicieron frente a la emergencia. Socorristas de la Defensa Civil y de los cuerpos de Bomberos Voluntarios de Ibagué y Espinal, también intervinieron para extinguir el fuego.



El fin de muchos años de trabajo


Con impotencia y resignación, uno a uno, los propietarios y administradores de los negocios incendiados hicieron su aparición, algunos milagrosamente lograron poner a salvo parte de las mercancías, otros lo encontraron todo en ruinas. Hacia las 8:30 de la mañana, los organismos de socorro finalmente controlaron la conflagración. En la remoción de escombros, parte de las débiles estructuras de madera, esterilla, bahareque, y zinc, que entre otras cosas, facilitaron el avance del fuego, colapsaron lo que obligó a la evacuación del personal que trabajaba en el sitio.


Las autoridades municipales y departamentales visitaron en la mañana las ruinas de las emblemáticas edificaciones con más de 60 años de historia para expresar su solidaridad a los comerciantes afectados y de paso anunciar el compromiso para tramitar ayudas económicas que permitan la reconstrucción de los establecimientos comerciales.

¡Infierno en la 13!

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