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Por lo menos tres viviendas destruidas, 15 más en pésimas condiciones y un número aún indeterminado de familias damnificadas es el balance parcial que deja la fuerte avalancha de lodo, piedras y troncos registrada durante la noche del jueves en la zona del Cañón del Combeima, afectando con particular intensidad al corregimiento de Villarrestrepo, zona jurisdiccional del municipio de Ibagué.


De acuerdo con los organismos encargados de la atención y prevención de desastres, la violenta empalizada que desató el represamiento de la quebrada “El Salto”, fue mucho más grave que la registrada hace poco más de dos semanas en la parte alta de esa población y que como se recuerda produjo una estela de destrucción en varias fi ncas incomunicando además por varios días a la capital del Tolima con el caserío de Juntas.
Según los testimonios entregados por vecinos de la zona, la emergencia inició después de las 8:30 de la noche, luego de que una intensa llovizna golpeara de manera inclemente ese inestable punto de la geografía local. Una ensordecedora detonación que fue precedida por un intolerable olor a barro, se constituyó en el único aviso de la atroz fuerza de la naturaleza.
Cuando los habitantes empezaron a salir de sus casas para buscar ponerse a salvo en los lugares más altos, el descontrol fue total pues, las tímidas luces de las linternas escasamente permitían observar el terreno por dónde se transitaba.
El servicio de energía se suspendió y la sombra del horror hizo su paso mientras muchos se aferraban sólo a su fe temiendo lo peor.



La zozobra
Unos cuantos segundos fueron suficientes para que el fango penetrara al interior de las viviendas y llegara a superar los tres metros de altura.


Ni siquiera el recién remodelado Instituto Técnico Ambiental Combeima se salvó de la imponencia de las aguas que al no tener otro lugar por el cual enrutarse se filtraron sorprendentemente hasta casi tapar la planta baja de las instalaciones. Las pérdidas, como reseñó el rector del establecimiento, Orlando Henao Romero, son incalculables.
En tanto que los habitantes de Villarrestrepo luchaban contra la avalancha, en Ibagué el Cuerpo Oficial de Bomberos era alertado de lo sucedido.
De inmediato se dispuso de una unidad para que adelantara el barrido respectivo. Poco tiempodespués de partir hacia el lugar de los acontecimientos una llamada por radioteléfono encendió las alarmas en la guardia, alerta que se extendió entonces a los barrios ribereños de la cuenca del Combeima.


“Hay que evacuar”, era el mensaje que por los altoparlantes difundían repetitivamente los presidentes de juntas y las autoridades. Las gentes salieron a las calles, la bombada incrementó los caudales de la principal fuente hídrica de Ibagué, que entonces se tornó espesa, en medio de la oscuridad era posible apreciar que esta se había transformado en un verdadero río de lodo.

Acueducto
El oportuno aviso de quienes residen en la parte alta de la cordillera, fue definitivo para que los operadores de la bocatoma del IBAL que veían como transcurría una noche tranquila, se apresuraran a cerrar las compuertas que alimentan los tanques de captación.


A las 11:00 de la noche el suministro de agua potable como era de esperarse se suspendió en el 100 por ciento de la capital del Tolima.



El rescate
Sin imaginar la dimensión de lo sucedido, grupos de apoyo y rescate de la Cruz Roja, los comités Regional y Local de Emergencias, la Policía, el Ejército y, por supuesto, los Bomberos Oficiales, partieron hacia la población de Villarrestrepo. Al llegar al lugar se iniciaron las tareas de evacuación de las familias algunas de las cuales se hallaban atrapadas al interior de sus viviendas.
Aunque se adoptó el templo parroquial como albergue provisional para que los afectados pasaran la noche, el sentido humano que nunca falta en los momentos difíciles, al igual que la solidaridad, afloraron por parte de los vecinos, muchos de los cuales gentilmente abrieron un espacio en sus hogares para que los más afectados se relajaran e intentaran pasar la horrible noche. El movimiento de personal de aquí para allá no se detuvo. Con las primeras luces del día las pesadas labores de evaluación, recuperación y destaponamiento del carreteable se reanudaron.


Ya sobre las 10:00 de la mañana con un sol radiante que por fortuna se mantuvo, los organismos de socorro en sus primeros censos se encontraron con una realidad mucho más dramática de lo imaginado. Para el mediodía se contabilizaban 21 familias damnificadas, sin que muchas otras aún pudieran registrarse.

Proteger o reubicar a Villarrestrepo


Uno de los primeros en visitar el epicentro de la tragedia, fue el gobernador del Tolima, Fernando Osorio Cuenca, quien tras conversar con la comunidad y dar un vistazo a lo sucedido, se declaró asombrado. 
“La magnitud de este desastre impresiona, ver como las casas fueron movidas de un lado a otro en un pueblito que es tan dinámico como Villarrestrepo. Esto implica una tarea de reconstrucción de atender a los damnificados, y posteriormente mirar cómo se rediseñan planes para la recuperación del entorno ambiental porque es que definitivamente el cañón es supremamente frágil y está comprobado que un aguacero de un día se trae una montaña de estas”, precisó el mandatario seccional, quien agregó que junto con Cortolima y las demás instancias nacionales se deben tomar medidas pues, fenómenos como la deforestación son los causantes de que ahora la naturaleza se las esté cobrando una por una.


“Vamos a reconstruir, pero sin ser conocedor de este tema veo una amenaza latente en el corregimiento que ameritaría la implementación de un sistema de protección y si es el caso de una reubicación, pues los represamientos se mantienen”, concluyó.



Reporte
Por su parte, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Ibagué, capitán Rafael Rico Troncoso, confirmó que cuatro personas debieron recibir atención médica como consecuencia de las contusiones recibidas durante la avalancha, al tiempo que dijo se estima unas 50 personas abandonaron sus hogares por encontrarse en riesgo inminente.
Al ser consultado por los afluentes que generaron la emergencia, el capitán Rico Troncoso, puntualizó que se trató de las quebradas “El Salto” y “La Sierra”, aunque la última de las mencionadas sólo contribuyó al incremento en el caudal del Río Combeima.
“Una visita técnica determinó que en la zona hay desprendimientos y agrietamientos lo que hace que la gente deba permanecer en un estado de alerta”, concluyó.

Armero en menor escala
Entre tanto, el gerente del IBAL, Ancízar Carrillo Reyes, aseguró que el servicio de agua en Ibagué se restablecería por completo a eso de la medianoche. Al referirse a los daños en el acueducto de Villarrestrepo, el funcionario fue contundente en manifestar que tanto la bocatoma como el tanque fueron destruidos por la avalancha y que su recuperación requerirá de una millonaria inversión de parte de la administración municipal.
“Usted ve la estructura del colegio y todas esta viviendas y es un Armero en menor escala”, anotó.

Villarrestrepo se convirtió en
un Armero en pequeña escala

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